Siempre he citado el año 1958 como magnífico, y punto de inflexión social y musical. Bueno, en realidad es porque es mi año de nacimiento, nada menos… pero ese año también nació otro loco, quizás un poco más genio y un poco más loco que yo.
Ese año nació Michael Jackson. Hasta ahora no le había dedicado ninguna semana, y no es justo. Se trata de una persona muy controvertida, quizás enferma, con muchos problemas. Y un músico excepcional, capaz de lo malo y de lo excelente.
Empezó desde niño, obligado por su padre, y acabó muy pronto porque no supo vivir. Tiene muchos éxitos y su disco doble History es el cúlmen de su carrera. Debemos escucharlo con atención, y olvidar sus excentricidades, manias y demás problemas.
Una de las canciones que más le gustaron fue «Smile», de Charlie Chaplin.